
Venezuela, un país que lucha contra la agitación económica y los desafíos de la red eléctrica, ha tomado medidas decisivas para abordar su crisis energética tomando medidas drásticas contra las operaciones mineras de Bitcoin.
Esta decisión podría resultar en un cambio significativo en el escenario minero de Bitcoin en Venezuela, ya que el gobierno ha anunciado medidas para desconectar todas las granjas mineras de activos digitales de la red eléctrica nacional, para garantizar un suministro de energía estable para sus ciudadanos.
La medida forma parte de una iniciativa más amplia, en la que las autoridades confiscan millas de dispositivos de minería de Bitcoin y toman medidas enérgicas contra las actividades ilícitas dentro del sector.
El Ministerio de Energía Eléctrica enfatizó la necesidad de regular el consumo excesivo de energía y garantizar electricidad confiable para la población.
Una de las motivaciones clave detrás de la decisión del gobierno es la creciente demanda de energía impulsada por las operaciones de minería de activos digitales. Estas granjas, conocidas por sus importantes necesidades de electricidad, han estado ejerciendo presión sobre la ya frágil infraestructura eléctrica de Venezuela.
AlbertoNews, medio de comunicación local, reportado sobre el anuncio del gobierno, citando al Ministerio de Energía Eléctrica Instagram cuenta:
“El propósito es desconectar todas las granjas mineras de criptomonedas del país del [national power grid]evitando el alto impacto en la demanda, lo que nos permite seguir ofreciendo un servicio eficiente y confiable a todo el pueblo venezolano”.
La represión contra la minería de Bitcoin no se trata sólo de gestionar la demanda de energía sino también de combatir la corrupción dentro del sector.
Varios altos funcionarios, incluido Joselit Ramírez, exjefe de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos, han sido implicados en acusación de corrupción.
Rafael Lacava, Gobernador del estado Carabobo, subrayó la importancia de la cooperación pública en la identificación de operaciones mineras ilegales, instanciando a la ciudadanía a denunciar cualquier actividad ilícita.
Lacava enfatizó la necesidad de priorizar el suministro de electricidad confiable sobre la maximización de ganancias individuales en las empresas mineras.
Venezuela ha estado lidiando con una crisis eléctrica en curso desde 2009, exacerbada por apagones masivos en 2019 que dejaron a las ciudades sin electricidad durante hasta siete días.
Estos frecuentes cortes de energía han tenido un impacto significativo en la vida cotidiana de los residentes y las actividades económicas del país.
Los esfuerzos del gobierno para modernizar la red eléctrica controlada por el estado se han visto obstaculizados por un mantenimiento deficiente y una inversión inadecuada en infraestructura.
A pesar de las promesas de mejorar la red, aún no se han materializado mejoras visibles.
Las acciones de Venezuela contra la minería de activos digitales reflejan una tendencia más amplia observada en otros países que enfrentan desafíos similares. Países como China y Kazajstán han impuesto restricciones o prohibiciones absolutas a la minería de Bitcoin para proteger sus redes eléctricas y redirigir la energía a servicios esenciales.
El alto consumo de energía asociado con la minería de Bitcoin ha generado preocupación a nivel mundial, lo que ha provocado respuestas regulatorias para garantizar la estabilidad de los sistemas energéticos nacionales.
Este escepticismo contrasta con varios informes, en los que los expertos sostienen que minería Bitcoin De hecho, puede mejorar la estabilidad de las redes eléctricas.
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Con las reformas en curso y la agitación económica, las autoridades deben abordar las causas fundamentales de los desafíos eléctricos del país y allanar el camino para un futuro energético más sostenible a través de una mejor gestión de la infraestructura.